Existen diferentes tipos de fumadores. Se vinculan de una manera especial con el cigarrillo, pero todos padecen el mismo problema: la adicción a la nicotina.
– EL EMPEDERNIDO: Fuma mucho y todo el tiempo. Le molestan las restricciones. Prefiere aislarse. Se siente discriminado.
Posee un alto nivel de adicción a la nicotina. Si intentó dejar sólo, se sintió pésimo. Debemos ayudarlo a decidirse, porque cree que es un caso distinto, tanto que nunca va a lograrlo.
– EL CULPOSO: Fuma a escondidas, hasta de su propia familia.No admite que sigue siendo fumador. Ayudar a esta persona a dejar, es devolverle la coherencia.
– EL HIPERCONSCIENTE: Fuma, pero registra todos y cada uno de los aspectos negativos. Le molesta el olor, vive lavando y ventilando. Trata todo el tiempo de fumar menos. Hace lo imposible por no echarle el humo a los demás. Vive torturado.
Dejar es la liberación.
– EL ARREPENTIDO: Este es el fumador que fuma pero no quiere hacerlo. Alguna vez dejó de fumar durante varios años. Estaba muy bien viviendo esa vida. Pero…frente a un momento o situación de debilidad recayó. Ya no puede parar.
Se siente confundido porque no se entiende a sí mismo. No quiere fumar, pero lo hace. Cuando logra dejar, es de los que más lo disfruta y celebra.
– EL ENAMORADO: Tiene idealizada su relación con el cigarrillo. Para el/ella, todo es placer y satisfacción. Dice que el cigarrillo es su compañero más fiel. “No se cómo va a ser mi vida sin EL.”
Es preciso encontrar pasiones menos nocivas.
– EL DEPORTISTA:
El deportista que fuma, sabe que tarde o temprano, va a dejar. Igualmente padece su adicción como cualquiera. Mientras es joven, sigue rindiendo. A medida que pasan los años aumentan sus riesgos, porque ambas actividades son incompatibles.
Para dejar, tienen una gran motivación: recuperar la potencia del cuerpo.
Posiblemente se identifiquen con algunas de estas características. A cada uno se le presenta de forma distinta, pero en realidad el desafío es el mismo: lograr dejar de fumar. Para eso, además de la perseverancia, hacerlo acompañado por un especialista y en nuestro caso, en grupo puede ser la diferencia entre lograrlo o no.